Oswaldo Vigas constituyó uno de los representantes más icónicos de la pintura, convirtiéndose en parte importante de la historia de las artes no solamente en su tierra natal, Venezuela, sino también en otros países. La ciudad de Caracas despidió a este prolífico creador de asombrosas obras un 22 de abril de 2014, tras más de 70 años dedicados a un universo de matices.
A cuatro años de su partida, durante este mes su legado en el mundo de las artes plásticas es más que recordado.
La Fundación Oswaldo Vigas ha sido el pilar de los más grandes reconocimientos a las piezas de este artista, a través de diversas muestras que dejan ver lo más puro de su trabajo. En 2014 y hasta 2016 se presentó la exposición itinerante Oswaldo Vigas. Antológica 1943 – 2013, una amplia exhibición conformada por 63 pinturas y 5 esculturas que representan los diferentes períodos del trabajo del Maestro desde sus inicios. Esta muestra tuvo lugar en Santiago de Chile, Lima, Bogotá y Sao Paulo.
En septiembre de 2016, el prestigioso Festival de Cine de Venecia en su 73ª edición abrió un espacio para rendir homenaje y reconocimiento a la trayectoria de Vigas. En esta oportunidad se proyectó la película documental “El vendedor de orquídeas”, dirigida por Lorenzo Vigas, producción que permite descubrir al pintor y muralista en su más íntima humanidad.
Durante su largo recorrido por las artes, Vigas fue pieza clave en la vida cultural de Venezuela, al mismo tiempo que jugó un papel preponderante en la escena artística parisina entre 1952 y 1964, nutriéndose del arte prehispánico al igual que Obregón, Szyszlo, Matta, Tamayo, Lam y Guayasamín. Hoy en día continúa siendo considerado uno de los más destacados artistas y de mayor influencia de América Latina.
La Fundación Oswaldo Vigas tiene en agenda seguir homenajeando a este artista, por lo que se prepara para inaugurar este 19 de mayo una exhibición en Michigan, en el Grand Rapids Art Museum, llamada Oswaldo Vigas: Transformations Paintings and Drawings 1942-1982, muestra que estará abierta hasta el 2 de septiembre y que se encuentra conformada por 38 pinturas y 18 dibujos. Esta será la primera de una serie de exhibiciones en varias ciudades de los Estados Unidos.
La institución también tiene entre sus planes la publicación de un libro que compilará los 70 años de la carrera artística de Oswaldo Vigas, selección que contendrá destacadas investigaciones alrededor de su trayectoria como artista. El texto incluirá ensayos realizados por reconocidos especialistas en el arte, como Bélgica Rodríguez, Marek Bartelik etccc, Álvaro Medina, Lisbeth Rebollo y Madelon van Schie y el apoyo de Katja Weiterin CoBrA.
Entre los proyectos más ambiciosos de la Fundación se encuentra la realización de un catálogo razonado que busca agrupar toda la obra de Oswaldo Vigas, para lo que la referida organización ha intensificado la campaña Buscamos Vigas, con el objetivo de registrar la mayor cantidad de obras del artista que se encuentren en distintas colecciones privadas e instituciones, para que puedan formar parte de esta publicación.
Acerca de Oswaldo Vigas
Artista plástico Venezolano, considerado pionero del arte latinoamericano validó el legado cultural de la región mediante la revisión de sus propias raíces artísticas a través del prisma de su perspectiva global en las artes. Nutriéndose del arte prehispánico al igual que Obregón, Szyszlo, Matta, Tamayo, Lam y Guayasamín. Su obra se traduce en una síntesis original entre las raíces culturales del continente latinoamericano y las corrientes plásticas más actuales de la modernidad.
En 1952, Vigas se traslada a París, donde donde se radica desde comienzos de noviembre y en la ciudad que va a permanecer durante 12 años dedicándose principalmente a la pintura. En 1953, el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, invita a Oswaldo Vigas a participar en el Proyecto de Integración de las Artes que proponía para el diseño de la Ciudad Universitaria de Caracas. Acepta la invitación y realiza cuatro murales en mosaico veneciano y uno en mosaico romano, todos fabricados en París. Al inicio de1954, en la exposición Oeuvres pour la Cité Universitaire de Caracas, Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, se exponen fragmentos de las obras de Vigas y de otros invitados como Fernand Léger, Jean Arp, Victor Vasarely, Alexander Calder y los venezolanos Mateo Manaure, Pascual Navarro, Armando Barrios y Alirio Oramas, entre otros.
Los años cincuenta son de reconocimientos y exposiciones. Desde 1953 a 1957 es invitado a participar en diferentes ediciones del Salón de Mai en el Musée d‘Art Moderne de la Ville de París, exhibiendo su trabajo junto a artistas como Jean Arp, Marc Chagall, Alberto Giacometti, Wifredo Lam, René Magritte, Henri Matisse, Roberto Matta, Max Ernst y Pablo Picasso.
En esa París bullente, epicentro de la movida plástica mundial, convergían en los cafés diferentes artistas latinoamericanos. Se gestaban tertulias en el barrio latino en las que Oswaldo Vigas estrechó relaciones con Wifredo Lam, Roberto Matta, Antonio Berni, Agustín Cárdenas, Fernando de Szyszlo, Silvano Lora.
En 1964 regresa a Venezuela, donde se establece y continúa trabajando incansablemente. Desempeña varios papeles en una amplia gama de proyectos de desarrollo y administración de las artes. Entre la organización de festivales de cine documental y de música, de una conferencia de críticos de arte, la fundación de una asociación de nuevos artistas; organización; visitas a museos y lugares históricos en los Estados Unidos, México, Perú, Bolivia y otros países. Vigas siempre se mantuvo involucrado responsablemente en el desarrollo cultural de su país. Realiza numerosas exposiciones en los museos más reconocidos de Venezuela, y destacadas exposiciones a nivel internacional comoOswaldo Vigas, 1943-1973 en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, Colombia en 1973.
La década de los ochenta es una etapa muy productiva, por cuanto realiza varias series de tapices y numerosas piezas en cerámica: relieves en placas de refractario y gres, platos, vasijas y otras no utilitarias en las que ejercita su conocida iconografía de seres fantásticos. Muestra serio interés por la escultura y lleva a cabo sus primeros bronces, que expone en 1985.
1990 comienza con la retrospectiva de más de doscientas obras entre pintura, escultura, tapices, cerámica, joyas y artesanía organizada por el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber. La empresa petrolera Lagoven realiza un cortometraje sobre la vida y obra del artista; aparece una extensa monografía escrita por el crítico francés Gaston Diehl. Expone en el XXVI Premio Internacional de Arte Contemporáneo de Monte Carlo, Mónaco, y recibe el Grand Prix S.A.S. Prince Reyner III por su obra Crucifixión VII. Continúa el trabajo febril y las exposiciones se suceden sin interrupción. En 1993 organizan Vigas desde 1952 a 1993, muestra de ciento treinta y siete piezas que cubre los muros del Palacio de la Moneda de París. En 1995 se producen dos exhibiciones personales en galerías francesas: Corinne Timsit International, París, y La Tour des Cardinaux, I’lle sur la Sorgue. En 1996 expone Oswaldo Vigas: un hombre americano en la Casa de Las Américas, La Habana, Cuba. Finaliza la década con el gran homenaje que le rinde la Feria Iberoamericana de Arte de Cara cas (FIA) en su séptima edición (1999).
