Las medidas de cuarentena para los viajeros con destino a Reino Unido procedentes de unos 70 países y territorios de ultramar, incluidos Francia e Italia, no se aplican desde el viernes, lo que supone un espaldarazo a las industrias de la aviación y el turismo, muy dañadas por la crisis del coronavirus.
Quienes lleguen de países de mayor riesgo seguirán teniendo que someterse a la autocuarentena durante 14 días, pero muchos destinos populares están ahora exentos, lo que significa que millones de británicos pueden tomarse vacaciones de verano sin tener que quedarse en casa cuando regresen.
Los aeropuertos han impuesto medidas de seguridad como pantallas de metacrilato, uso obligatorio de mascarillas, estaciones de desinfección de manos y puntos para lavarse las manos a fin de detener la propagación del virus.
Sin embargo, es probable que los vuelos se mantengan muy por debajo de los niveles habituales y el máximo dirigente de Gatwick, el segundo aeropuerto más concurrido de Londres, dijo a la agencia Reuters que esperaba que los viajes sin cuarentena se ampliaran a otros destinos.
“Lo que nos gustaría ver a finales de mes, cuando se revise la próxima vez, es que el mercado portugués se abra también”, dijo el directivo Stewart Wingate.
“Nuestra prioridad absoluta es en los mercados europeos porque eso es lo que nos ayudará a aumentar el volumen durante el verano y a proteger el mayor número posible de puestos de trabajo en Gatwick este año”.