Mejorar la calidad de vida de personas con problemas auditivos graves, que no pueden solventarse con prótesis convencionales, hoy es posible gracias a los implantes cocleares (cirugías de implantes Cocleares de la marca Cochlear) recomendados para pacientes de diferentes edades.
Este dispositivo electrónico, distribuido en Venezuela por la empresa de equipos médicos Hospitalar, es sugerido a personas que sufren de Hipoacusia (disminución de la capacidad auditiva); a infantes que nacen sordos o que pierden la audición tras una complicación de salud, o que presentan una deficiencia después de aprender a hablar.
Andrea Gueli, licenciada en Fonoaudiología y especialista en Audiología Clínica Audioprotésica, explica que los implantes de la marca Cochlear no son simples audífonos que se colocan y se retiran del oído cuando se desea, sino equipos que se instalan por medio de una cirugía, y se conectan directamente con el nervio auditivo.
“No todo paciente es candidato a este implante, depende del grado de dificultad auditiva y la ubicación de la lesión en el oído, pues la lesión que causa la Hipoacusia debe estar ubicada en la Cóclea y nervio auditivo; por lo que se denomina pérdida auditiva neurosensorial, normalmente de grado severo o profundo. En estos casos, se debe recurrir a un implante de la marca Cochlear, para que puedan escucharse los sonidos y reconocerse con mayor claridad”, asegura.
¿Cómo se realiza el proceso?
Tras la debida evaluación médica, se procede a implantar quirúrgicamente una parte del dispositivo detrás de la oreja del paciente, luego de fresar el hueso para introducir los electrodos que son el componente interno del implante (receptor- estimulador), el cual es colocado en la cavidad debajo de la piel, en el área de la mastoides.
“Eso va a ayudar a que, posteriormente, el componente externo (parecido a una prótesis auditiva retro auricular), pueda enviar la información de sonido desde el procesador hacia el implante interno, que cuenta con un diminuto cable llamado “Haz de electrodos” los cuales quedan insertados dentro de la cóclea. Estos, reciben y transforman la información acústica en una señal eléctrica, para que finalmente sean recibidos por el nervio auditivo y puedan ser interpretados por el cerebro como sonido”, comenta la Audiologa.
Entre los beneficios que ofrece este dispositivo se encuentran: la ganancia auditiva, el desarrollo del lenguaje, aumento de la confianza en sí mismo gracias a la capacidad de escucha y mejora de las relaciones con la familia, amigos y compañeros del colegio, del trabajo, entre otros.
La historia de Sofía, una niña que cambió el silencio por sonidos
Sofía es una niña de 2 años, se cree que perdió la escucha luego de pasar por COVID, aunque no hay certeza de lo ocurrido ya que es dificil de determinar; y con un escaso desarrollo de lenguaje. Tras diversas pruebas de audición, el diagnóstico arrojó que padecía de Hipoacusia Profunda Neurosensorial Bilateral.
Su madre estableció contacto con la empresa Hospitalar, representante oficial de la marca Cochlear en Venezuela, quien a través de su Responsabilidad Social realizó un proceso de acompañamiento con la familia – desde que se emitió el presupuesto; fue el enlace con la fundación que donó los recursos, supervisó la importación de los dispositivos-, hasta asistir a la intervención con sus especialistas en audiología quienes, junto al Dr. José Manuel Colmenares, de la Clínica de Oído Nariz y Garganta de Barquisimeto, lograron exitosamente la colocación de los implantes cocleares a la pequeña.
“La niña requería de dos dispositivos, debido a la pérdida auditiva en ambos oídos. La intervención duró casi 8 horas y el procedimiento se realizó de forma simultánea para instalar el componente interno. Luego de un mes se activó el procesador de sonido, que es el dispositivo externo”, agrega Andrea Gueli.
Sofía es el primer caso que se opera en Venezuela con el nuevo modelo de última generación de esta tecnología que distribuye Hospitalar. “Es delgado, atraumatico para la cóclea y compatible con equipos de resonancia magnética, así no hay riesgo de interferencia a la hora de un estudio de imagenología, ni que se afecte el imán.
Cuenta con una garantía por 10 años, “Pero son dispositivos que prácticamente duran para toda la vida, ya que el porcentaje de error de estos de los implantes es menor al 1%; pero a medida que avanza la tecnología la marca sugiere que el paciente vaya migrando a equipos externos más recientes, pues, en este caso, es lo único que se debe reemplazar eventualmente”, comenta.
La niña tendrá una vida normal. Para su rutina de aseo diario, por ejemplo, se le puede retirar el procesador externo. Si va a la playa o a la piscina se utiliza un accesorio que es compatible con el agua. “De esta manera, no se desconectará del mundo de los sonidos y podrá escuchar todo a su alrededor”.
Una vez al año tendrá su chequeo audiológico, la evaluación con el equipo de otorrino, de la mano con el terapeuta auditivo verbal, encargado de brindarle las herramientas para que pueda a aprender a hablar. “No solo logramos que Sofía pueda escuchar por primera vez, sino que damos inicio a una nueva era de soluciones auditivas con implantes cocleares en Venezuela”, finaliza Gueli, quien en todo momento se encargó de verificar el buen funcionamiento de los electrodos del dispositivo de la niña.
Nota de prensa