La propuesta sonora de Emmanuel Acurero traslada a sus escuchas a un viaje desde la raíz, expandiéndose por la sala. No es París, no es el frío de los auditorios europeos. Es Maracaibo. Y en medio de la celebración del 52° aniversario de la Universidad Rafael Urdaneta, el violonchelo de Emmanuel Acurero —formado en el Conservatorio Superior de París y forjado en escenarios de Europa, Asia y América Latina— vuelve a sonar en la ciudad donde todo comenzó.
El 25 de octubre a las 6.00p.m., Acurero se presentará junto a la Orquesta Filarmónica Rafael Urdaneta, dirigida por Rubén Cova, en un concierto que será tanto un homenaje como una declaración artística. En el repertorio, piezas monumentales: la Primera Suite para violonchelo solo de Johann Sebastian Bach, obras para ensamble de chelos, el Concierto N°1 de Camille Saint-Saëns y el aria “Mon cœur s’ouvre à ta voix” de Samson y Dalila, en un arreglo especial para chelo y orquesta.
Será un diálogo entre épocas: del Barroco al Romanticismo francés, en la voz grave y apasionada de un instrumento que en sus manos se vuelve narrador.
Masterclasses para sembrar la ruta
En este viaje de Acurero, la música no se detiene en el escenario. Del 27 al 29 de octubre, Acurero compartirá su experiencia con las nuevas generaciones de chelistas zulianos en una serie de masterclasses abiertas a los jóvenes del estado y a los integrantes de la orquesta. Se trata de un gesto profundamente simbólico: un músico formado en Venezuela y perfeccionado en Europa, regresando para sembrar técnica, visión y futuro.
La gira se trasladará luego a Caracas, donde Acurero ofrecerá masterclasses del 3 al 5 de noviembre, y dos recitales especiales, El 7 de noviembre en el Platillo Protocolar del Teatro Teresa Carreño, a las 6:00 p.m y el 8 de noviembre en la Quinta de Anauco, a las 4:00 p.m.
En estas presentaciones, el programa revela una travesía sonora singular. Inicia con las Suites N°1 y N°2 para violonchelo solo de Bach, obras fundacionales del repertorio, donde preludios y danzas barrocas exploran la intimidad del instrumento. Continúa con la Puneña N°2 de Alberto Ginastera, un viaje hacia lo precolombino, con melodías ancestrales, cantos de aves y ritmos de karnavalito que atraviesan el cuerpo y la memoria. Culmina con la Suite para violonchelo solo de Gaspar Cassadó, pieza icónica del siglo XX que evoca el flamenco, la sardana y la intensidad mediterránea, en un despliegue de virtuosismo que rinde homenaje a la tradición española y a la modernidad musical.
Emmanuel Acurero, un artista entre dos mundos
Emmanuel Acurero comenzó a estudiar violonchelo a los 8 años en Maracaibo con Asdrúbal Castillo y luego con William Molina Cestari en Caracas. A los 17, ingresó al Conservatorio Superior de París bajo la tutela de Philippe Müller y Raphaël Pidoux.
Allí obtuvo una licenciatura, un máster y dos diplomas de especialización. Ha tocado como solista con la Orquesta Simón Bolívar, la Orquesta Sinfónica de Venezuela y la Orquesta de Laureados del Conservatorio de París, y ha trabajado con directores de renombre como Gustavo Dudamel, Rafael Payare, Christian Vásquez, Irwin Hoffman y Theodore Kuchar.
Su trayectoria lo ha llevado a escenarios de Francia, Italia, Eslovenia, Lituania, Alemania, Polonia, Irlanda, Escocia, Corea del Sur y Argentina. Forma parte del Ensamble Écoute, dedicado a la música contemporánea, y actualmente es violonchelista de la Orquesta Nacional de Île-de-France, con sede en París.
Nota de prensa