Maturín.- Iris Reinales y su hermana Diana, médicos cirujanos egresadas de la Universidad de los Llanos, del Núcleo San Juan están desarrollando en Maturín, estado Monagas, la terapia neural, tratamiento poco conocido pero que se ha comprobado que logra grandes resultados en la salud humana y nos indican que, aunque muchos lo asocian exclusivamente al tratamiento de dolor por su relación con el sistema nervioso autónomo, se ha comprobado que puede servir para tratar otras afecciones.
También señalan que es un tratamiento ambulatorio y de poco riesgo, no obstante, requiere que en las inyecciones la aguja sea introducida en profundidad, lo cual no se recomienda en personas con problemas de coagulación. Incluso es posible que no sea efectivo en ciertos casos, siendo necesario informar al médico tratante acerca de todo el historial médico.
-¿Qué es la terapia neural?
-Es una técnica que pertenece a la medicina integrativa, estando mayormente asociada a la medicina alternativa. Es utilizada para combatir dolor y enfermedades crónicas. El tratamiento está centrado en atenuar las irritaciones presentes en el sistema nervioso autónomo, también conocido como vegetativo. Este es el encargado de regular las acciones involuntarias del organismo, sobre todo relacionado con los órganos.
Aquella hipótesis y creencia popular mediante la cual se dice que la mujer esta mejor capacitada para soportar el dolor que el hombre es totalmente rechazada por la doctora Reinales para quien está científicamente comprobado que el hombre puede soportar mas el dolor, ambas médicas nos explican que el procedimiento consiste en la aplicación de inyecciones con bajas dosis de anestésico en distintos puntos del cuerpo. Por lo general se utiliza una concentración entre 0,5% y 1% de procaína o lidocaína, siendo el primero el más utilizado. Y debe diluirse en suero. Esta dosis evita que se produzca un efecto anestésico, lo cual promueve el efecto terapéutico.
-¿Qué se persigue con la terapia neural?
-Se busca restablecer el equilibrio del sistema nervioso, ya que trabaja en el cuerpo como un todo. Por lo que no se busca tratar un síntoma en específico, sino que ayuda al organismo a recuperarse por sí mismo y reducir los síntomas mediante la estimulación de distintos puntos del cuerpo. A través de este procedimiento médico se produce una neutralización de las irritaciones, al mismo tiempo que se logra recuperar los potenciales eléctricos de la membrana celular. Cuando existe alguna patología en curso, se observa una alteración de las funciones de esta membrana. En el momento que es inyectada la solución, se observa una recuperación de las funciones normales del organismo. Por lo tanto, no es un tratamiento destinado a desaparecer el dolor, sino a combatir la causa.
– ¿Está contraindicada esta terapia?
-Esta es recomendada por muchos profesionales de la salud ya que se considera de riesgo mínimo, no produciendo efectos secundarios o problemas al organismo.
Explican las médicos venezolanas que el sistema nervioso autónomo o sistema nervioso vegetativo se encarga del funcionamiento de los órganos y tejidos que mantienen una acción involuntaria. Esto quiere decir que no responden a estímulos voluntarios como el caso de los latidos del corazón, los riñones, el hígado, entre otros, considerándose que la aparición de irritaciones en el sistema nervioso autónomo puede estar relacionado con la ocurrencia de infecciones, patologías, traumatismos, fracturas, intervenciones quirúrgicas, entre otros. Cuando esto sucede, se produce una interrupción de la transmisión de información como consecuencia de una alteración del equilibrio de este sistema, lo que conlleva a la aparición de los síntomas.
-¿Dónde se debe aplicar la inyección?
-En primera instancia es necesario tener en cuenta que es un procedimiento que solo debe ser aplicado por un profesional de la salud especializado. Es indispensable conocer la anatomía y funcionamiento del cuerpo para que el tratamiento sea efectivo.
Para saber qué puntos tratar, es necesario conocer el término de campo interferente. En una persona sana existe un flujo normal y libre de energía. Si este flujo se ve obstaculizado, se produce una interrupción de la transmisión de información. Esto es lo que entonces se conocería como campo o foco interferente. Como consecuencia, se desarrollan síntomas o alteraciones que derivan en enfermedades.
El médico deberá indagar la historia clínica del paciente. De esta manera podrá conocer el origen del desequilibrio pudiendo estar asociado a una incidencia de hace días, meses o incluso años. Es posible que se aplique el anestésico en el punto donde se produce el dolor o molestia o en las zonas que lo rodean. Puede ocurrir que el origen esté alejado de donde se siente el síntoma. Con esto se hace referencia al hecho de que el cuerpo trabaja como un todo, y que no se debe tratar el síntoma o patología en curso directamente.
Por: Ernestina Herrera