Hay películas cuyo título, imagen promocional y género cuenta, por adelantado, lo que el espectador va a ver. En el caso de “La caída del vuelo 881: la sobreviviente”, es como muy obvia la premisa y el desenlace, aún sin haber entrado a la sala de cine. No obstante, lo sorpresivo en este caso, es la subyacente historia de amor, de esas que parecen haber sido escritas para un melodrama, pero cuyos hechos están basados en la realidad. Acertadamente ambientada en la entonces Unión Soviética de principios de los ochenta, el filme de Dmitriy Suvorov combina acción, drama y romance.
En “La caída del vuelo 811”, la historia real de sus protagonistas, Larisa y Vladimir, es digna de película. La manera en la que el filme describe el acercamiento entre ambos tiene esa particularidad de la prisa de Vladimir en casarse con Larisa y hacerla madre. Ella, en la flor de su juventud, no se nota muy ganada a la idea. Pero como la premisa ya está escrita en el título, lo que vamos a ver es a Larisa haciendo su mejor esfuerzo por sobrevivir en un bosque ruso que colinda con la frontera hacia China, poniendo en práctica lo que le enseñó Vladimir para acampar y orientarse en medio de la naturaleza.
Eso y los flashbacks que nos recrean la manera en la que él la dibujaba en sus blocks antes de dormir bajo el techo de una carpa. A la historia de supervivencia se le suma un error de la fuerza militar cometido en las labores de rescate, que afortunadamente, no impidió lo que es descrito como un “milagro”. Eso y el testimonio real de Larisa Savitskaya, cuya narración de los hechos hace entender al espectador por qué este incidente se convirtió en una película.
Detrás de cámaras
Dmitriy Suvorov, director de “La caída del vuelo 811” cuenta con dos nominaciones en su filmografía, por el cortometraje “Shlyukha”, del año 2012, que le valió la postulación a los Sochi Open Russian Film Festival y al premio al mejor trabajo en el festival Newfilmakers Los Ángeles, entre otros reconocimientos. Sobre la protagonista, Nadezhda Kaleganova, hay que mencionar que creció rodeada de sets de filmación. Su padre es el reconocido cineasta ruso Nikita Mijalkov, autor del filme “Quemado por el sol”, que ganó el Oscar 1995 a la Mejor Película en Lengua Extranjera, y en donde actúa Nadezhda siendo una niña de apenas ocho años de edad. Desde entonces, tiene una puntual pero sustancial carrera en la gran pantalla, no sólo como actriz sino como directora de fotografía. Su trabajo en “La caída del vuelo 811” es excepcional.
Si deseas más información, clips o fotogramas de “La caída del vuelo 811” visita en Instagram @mundodpelicula